Las entrevistas de trabajo son un momento tan ansiado como temido. Ansiado porque, si se ha llegado a este punto en el proceso de selección, hay posibilidades de conseguir un nuevo empleo. Temido, porque cada persona candidata será evaluada en función de muchos factores, lo que suele provocar sensaciones de estrés y ansiedad. Es una prueba importante, de la que depende el futuro laboral, en la que cada palabra, cada gesto y cada impresión cuentan.
A casi nadie le resulta sencillo encontrar el equilibrio entre estar relajado/a para poder mostrar la mejor versión de uno/a mismo/a, y estar alerta, por otro lado. Además, una entrevista de trabajo no es un hecho aislado, sino un paso más; un reto que llega precedido (salvo en el caso de un primer empleo), por un proceso de desvinculación de otra empresa y de un tiempo, más o menos largo, de búsqueda activa de empleo.
En ocasiones, las personas candidatas cuentan con el apoyo de un programa de outplacement /recolocación (como el que CADIR ofrece a las empresas), un servicio que se activa para ayudar a la reinserción laboral, que ayuda a las personas que han sido despedidas a acceder a un nuevo puesto de trabajo.
En un programa de outplacement o recolocación, lo primero es concienciar de que prepararse bien para afrontar un proceso de selección resulta fundamental. Acudir a una entrevista de trabajo sin haberla preparado es lo mismo que acudir a un examen importante sin estudiar.
Este es el primero de una lista de consejos que ayudarán a eliminar, o al menos reducir, el estrés y la ansiedad que puede provocar una cita tan importante.
Los 10 Tips de cara a una entrevista de trabajo
- Acudir bien preparado/a, tanto en apariencia como emocionalmente y cuidar tu marca personal en Internet.
- Tener el mayor conocimiento posible de la empresa, el proyecto y el puesto o la posición. Seguir a la organización en las redes sociales.
- Dormir bien y descansar todo lo posible la noche antes de la entrevista.
- No negar los nervios y asumirlos como algo natural.
- Pensar en la entrevista no como una prueba, sino como una reunión.
- Llegar cinco minutos antes, pero no con más antelación, para no denotar ansiedad.
- No perder de vista el objetivo. Esto nos ayudará a “no enredarnos”.
- Mantener una postura corporal correcta, cuidar el lenguaje no verbal y mirar al interlocutor.
- Escuchar con atención, no interrumpir al entrevistador y no precipitarse al responder.
- Mostrar interés y motivación por el proyecto. Tratar de ser uno mismo y agradecer el tiempo dedicado.